Los hombres no sabemos pensar, por momentos parece que fuéramos  incapaces de preveer el futuro y es por eso que una mañana en algún lugar de un Bosque mágico, entre las hojas verdes y las aguas azules de algún río de imaginación se juntaron los integrantes del lugar…allí estaban los viejos árboles, los pájaros, los insectos, las mariposas, las ardillas, las flores  y todos los demás ….supieron, después de largas tertulias que debían encontrar alguien que los pudiera cuidar, pero nadie tenía la fuerza y el coraje, unidos a la inteligencia que se necesitaba, es así como un viejo y sabio árbol tomó del hombro a un Joven, pero ya maduro Olmo y le regaló su sabiduría de miles de años, un roble que escuchaba atento tomó sus ramas y le entrego su fortaleza, las mariposas que se habían posado en él le entregaron su suavidad, el Sr. De los Tigres compartió con él su astucia…y así, uno a uno los integrantes de aquel Bosque le fueron entregando sus más preciados dones…nació en ese momento El Señor del Bosque......y para que lo acompañara en su tarea le dieron la delicadeza , la suavidad y la dulzura que iba a necesitar al acercarle una Joven Haya que a partir de allí se llamaría La Señora del Bosque.

 

Si un árbol tiene personalidad, es porque el Señor del Bosque tiene un  Duende escondido en él que se la trasmite, si una hormiga realiza un intenso trabajo es porque otro Duende le está ayudando y si un becerro tiene una mirada especial es porque aquel Duende que está subido a la rama más alta le está guiñando un ojo.